Cuando Clara Fuller hereda el rancho de su padre, pronto se da cuenta de que estar a cargo no será tarea fácil. Clara se crio en el ambiente de rancho, alrededor del ganado; conoce el negocio como la palma de su mano. Pero las cosas no le serán tan fáciles, ya que no hay muchos hombres dispuestos a recibir órdenes de una mujer. Incluso la naturaleza parece ponerse en su contra: una severa sequía amenaza con arrasar las cosechas y el ganado. Pero pronto se enterará de que ésta es la menor de sus preocupaciones. Un nubarrón aún más oscuro se cierne sobre el horizonte.
El otrora errante Jake Talley finalmente encontró un lugar al que puede llamar hogar. Al capataz del Rancho Fuller le es indiferente recibir órdenes de una mujer. El autoproclamado guardián de la señorita Fuller se toma su labor muy en serio. Está dispuesto a cualquier cosa con tal de que su dama tenga éxito. Su devoción es puesta a prueba cuando los problemas acechan.
Edward Sinclair es un hombre exitoso que siempre quiere más. Está acostumbrado a alcanzar sus objetivos, y pocos se atreven a enfrentarlo. Una propiedad es todo lo que le falta para tener absoluto control de lo que sus vecinos más necesitan: agua. Solo hay un problema, la propiedad pertenece a Clara Fuller. Pero está bien, aún no se ha topado con un obstáculo que no sea capaz de aniquilar.
El libro contiene las cinco partes de la saga “El vaquero y la hija del ranchero.”
