Hyppolite es un joven francés, burgués y culto pero apático, que por fin decide llevar a la vida real aquellos deseos y fantasías que habitan en el sueño. Quiere transformar en acción positiva esa energía interior que a todos nos late dentro y que en el estado de vigilia tiende a evaporarse. Sorprendentemente, se verá inmerso en una espiral alucinante que, más allá de su propia liberación personal, lo llevará al borde de la locura. Escrita en una prosa tan tensa como elegante, y en la que los críticos han señalado la influencia de autores como Beckett, Sartre o Camus, con El benefactor, Susan Sontag irrumpió con la fuerza de un revulsivo necesario en la vida literaria norteamericana.