El siglo XVIII, tan dado a la didáctica, produjo los dos únicos fabulistas que se han incorporado a la historia de la literatura española y conseguido dilatada popularidad. Tomás de Iriarte y Félix María de Samaniego . El carácter de las fábulas es sencillo y, a veces, infantil. Sin embargo, ambas figuras fueron representantes genuinos de las corrientes ilustradas de su tiempo. A la vez, sus piezas formaron parte importante del movimiento renovador de España en el siglo XVIII. Los Iriarte (un tío y tres sobrinos), navarros de origen aunque residentes de las Islas Canarias, formaron una potencia intelectual y social durante el reinado ilustrado de Carlos III. Iriarte, quien logró fama con sus Fábulas Literarias, era asiduo participante de los círculos literarios e intelectuales de Madrid.