Con su novela Flores robadas en los jardines de Quilmes, publicada en 1980 durante la dictadura militar, Jorge Asís pasó a ser un best-seller. Este triunfo le puso en el punto de mira de algunos intelectuales exiliados. No se tardó en acusarle de colaboracionista con el régimen dominante. Sin duda, el bestsellerismo de Jorge Asís, reservado bajo dictadura a connotados escritores extranjeros, hizo que el debate y el enfrentamiento entre los que se exiliaron y los que permanecieron en el país fueran más agudos. En medio del enfrentamiento no faltaron los que defendieron al escritor, como por ejemplo Luis Gregorich. Las consecuencias de este triunfo han sido más severas después de acabada la dictadura militar, porque Jorge Asís sufrió marginación y discriminación y su prestigio como escritor declinó notablemente, lo que le llevó, a partir de 1990, a retirar sus libros de circulación. (Amarouch, 2001, 30: 249)